lunes, 11 de agosto de 2008

El Boli Bic




Barato, simple y funcional, este bolígrafo impulsado en los años 50 por el francés Marcel Bich vende 15 millones de unidades diarias en el mundo.
Aparte de para la escritura, servia tanto como para rebobinar cintas, para esconder chuletas, y sobre todo para lanzar bolitas de papel al compañero. Acabábamos mordisqueándolo hasta destrozarlo, y provocábamos una pompa de saliva dentro de la tinta, que era la muerte del boli.

Ya no hacen cosas como antes…

Que viejos empezamos a ser.